Quiénes somos

Adorar a dios

NUESTRA MISIÓN

La Iglesia Presbiteriana Nuevo Avivamiento existe para reunir y desafiar hombres, mujeres, niños y niñas de toda ETNIA, LENGUA y NACIÓN, a adorar a Dios y a disfrutar de una vida transformada por la fe.

ORÍGENES

01. La Reforma, que se originó en una primera etapa en 1517 con Martín Lutero, continuó, en una segunda etapa, con Juan Calvino en Suiza, y llegó a Escocia de la mano de Juan Knox en 1559. Knox y sus colaboradores se ocuparon de organizar la Iglesia Presbiteriana basada sobre los principios teológicos de la Reforma. A través de los siglos, la Iglesia Presbiteriana originada en Escocia fue expandiéndose hacia otros países y continentes.

02. La Iglesia Presbiteriana Sin Heng Nuevo Avivamiento se estableció formalmente en Buenos Aires en 1982 con la llegada de inmigrantes taiwaneses. Con el transcurrir de los años, se continuó la obra en idioma taiwanés y se comenzaron también ministerios en español y chino mandarín.

CÓMO SE GOBIERNA

03. La Iglesia Presbiteriana no tiene Papa, arzobispos, ni obispos. La Iglesia Presbiteriana es gobernada por presbíteros, algunos ordenados y otros laicos.

04. La forma de gobierno Presbiteriano es representativo. Cada congregación elige de entre sus miembros algunas personas para ejercer la función de presbítero o presbítera, quienes junto con el pastor o la pastora conforman un Consistorio.

05.Los y las representantes de cada Consistorio y los pastores y las pastoras de todas las iglesias de un área geográfica forman un Presbiterio. Los Presbiterios de una región forman un Sínodo o Asamblea General. En cada una de estas instancias, los y las representantes nombran autoridades, todas éstas temporales y rotativas, evitando así cualquier tipo de jerarquización.

¿EN QUÉ CREEMOS?

Como iglesia presbiteriana, creemos en la Santa Trinidad, Dios Padre creador del cielo y de la tierra, Jesucristo como Hijo de Dios que vino al mundo como hombre, y el Espíritu Santo que nos guía hacia la salvación. También creemos en la salvación por la gracia de Dios, en la Biblia como Palabra de Dios, en la iglesia como la comunidad de los que creen en Cristo, en el regreso de Jesucristo en el día final y en la necesidad de proclamar la Buena Nueva de la salvación y hacer discípulos de Jesús.

"EN LO ESENCIAL, UNIDAD;
EN LO NO
ESENCIAL,
LIBERTAD;
EN TODAS LAS
COSAS, AMOR"

- San Agustín